tag:blogger.com,1999:blog-43124644151519308962024-02-08T11:03:29.395-08:00"The Coffee Night Homeless"“The Coffee Night Homeless” son escritos de un esquizoide en medio de la noche, llenos de ironía, algo de rencor y acidez. Una invitación al desahogo, a la mentira, a la fatalidad. Historias abandonadas en la calle, entre basura, diarios mojados y las luces impersonales de la ciudad.David Pauhttp://www.blogger.com/profile/00260557397227648856noreply@blogger.comBlogger8125tag:blogger.com,1999:blog-4312464415151930896.post-62975032932948056152018-02-19T10:15:00.000-08:002018-02-19T10:43:19.795-08:00El Mapa<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"> </span><span style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Saqué el mapa y le mostré lo que estaba buscando. A orillas del Paraná, el
portugués José Sedenho junto a sesenta hombres había erigido en 1533 un padrón
portugués; y éste se encontraba perdido en la selva del Alto Paraná. El padrón
establecía un punto estratégico entre las ambiciones portuguesas y los tesoros
incalculables que los nativos describían en sus historias del Rey Blanco. Solo
existían referencias del padrón en ese viejo mapa, y no se lo nombraba en
ningún otro documento.</span></span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El gringo al verlo abrió los ojos, luego se tomó del mentón. Se lo notaba
preocupado, como si algo lo perturbara. Metió ambas manos en los bolsillos del
raído pantalón y dijo: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Sí, conozco el lugar. He ido con mi finado padre a trabajar cerca de allí.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Bien –le dije–. ¿Cuánto me cobra por llevarme?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Mmm… Es un día de viaje y no tengo medios. Hay que dormir allí y…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–No hay problema –lo interrumpí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Es que, vea…–me dijo– ¿Qué sabe usted acerca de ese lugar? ¿Por qué quiere ir allí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Mire, el motivo es que ando detrás de una vieja ruta portuguesa que salía
de Sao Vicente y llegaba al Paraguay. Según tengo entendido, una partida de
hombres fue enviada por el portugués Alfonso de Souza y pasaron por ese lugar
dejando un mojón. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Eso que usted busca queda en un paraje escondido, bordeando unos aleros.
No es fácil llegar y le advierto que en ese lugar pasan cosas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Cuando dijo esas palabras, un frío húmedo corrió por mi espalda. El gringo
me había dicho que dos pequeñas sierras cercaban el acceso por tierra y la
única manera de ingresar era vadeando unos aleros rocosos junto a un arroyo que
los guaraníes llamaban <i>Mboguá</i>, en medio
de la selva cerrada, compuesta por árboles delgados y frondosas copas. El
camino no sería sencillo de transitar, ya que por debajo de los árboles la luz
era escasa y había que abrirse paso a machetazos entre arbustos, cañas y
enredaderas. Algunos hablaban de un yaguareté que vagaba por ese lugar en busca
de ganado. Confieso que la empresa se había vuelto poderosamente atractiva. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El gringo dijo que me cobraría diez pesos por día; además de unos pesos
extra si era él quien debía cargar con el equipo de trabajo, la carpa donde
dormiríamos y hacer la comida. Toda la aventura me costaría cerca de treinta
pesos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Otra cosa que también me dijo fue que solo se quedaría una noche y no más.
Advirtiéndome en varias oportunidades que no era bueno permanecer ahí por mucho
tiempo. También agregó que algunas personas se habían perdido en ese lugar y
jamás habían regresado. Al escuchar sus palabras, fruncí el ceño, lo miré y
dije: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–¿Usted cree esas historias?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Escúcheme, usted no es de por acá. Usted viene y se va. Nosotros nos
quedamos –me respondió y continuó–. He visto a lo largo de mi vida muchas
cosas. Créame, sé muy bien de lo que hablo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Me quedé callado. No sabía si el gringo me estaba engañando para venderme
el paquete completo, o si en verdad todo aquello que decía escondía algo de
verdad. Como sea, quedamos en salir al otro día. Le pagué la mitad por
anticipado y me alejé.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span lang="ES"> <o:p></o:p></span><span style="text-indent: 14.2pt;">El pueblo estaba delimitado por dos zigzagueantes picadas, entre el monte y
la ruta. Todo estaba en calma, solo se escuchaban unos ladridos a lo lejos. Los
benteveos revoloteaban furiosos por encima de los árboles. La humedad era
insoportable y el sol enceguecía a primera hora de la mañana. Una orquídea
blanca se asomaba esplendorosa desde un humilde jardín. El contraste entre la
belleza y el abandono del pueblo eran notables.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Tenía hambre y llegué hasta el almacén. Un viejo indígena guaraní estaba
sentado en la entrada y me pidió unas monedas. Lo ignoré. El viejo parecía que
no había comido en varios días. Me dio un poco de remordimiento y al salir
compartí un pedazo de pan casero con él. El viejo, desde el piso, se desarmaba
en agradecimientos. Quería hablar y comer al mismo tiempo. No era muy agradable
verlo escupir las migas al intentar decir unas palabras. Le palmeé el hombro y
le di unos pesos. El viejo se incorporó y quiso abrazarme. Lo consiguió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Me alejé pensando en los portugueses, quienes seguramente le habrían robado
alguna chuchería de oro a algún cacique y por ello habrían sido emboscados por
los indios en el paraje que me había comentado el gringo. Los espíritus de los
sesenta hombres deambulando por la selva buscando cristiana sepultura. Mi mente
volaba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Al día siguiente llegó el gringo de su trabajo en el monte al lugar que
habíamos acordado. Estaba mojado, sucio, lleno de barro y hojarasca. Me pidió
que lo acompañara a su casa antes de salir. Dijo que quería mostrarme algo. Lo
seguí. Un largo y angosto camino entre árboles y pastizales conducía a una
pintoresca casona de madera con techo de tablillas, algo desvencijada. Sobre
una estructura de piedra cementada, había una bomba de agua manual y una batea
de latón galvanizado. El perfume de los azahares invadía el aire húmedo y contra el azul del cielo pasó un pequeño fueguero escarlata planeando en el aire lejano, con su rojo sanguíneo, emulando una presencia siniestra. De repente, detuvo el vuelo y quedó vigilante, posado en una rama, mientras el viento susurraba entre las hojas de un viejo ciprés.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El gringo se sacó la camisa, colgó una pequeña toalla floreada en una rama cercana
y comenzó a lavarse. Mientras lo hacía me dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Vaya y fíjese lo que le traje. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–¿De qué se trata? –le dije. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Vaya y mire en la bolsa –insistió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Fui directo a la bolsa que estaba tirada en el suelo. La abrí y miré
confiado el interior. Encontré un montón de huesos y objetos de metal oxidados.
No lo podía creer. El gringo tenía un esqueleto humano dentro de una bolsa
negra de basura. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Lo miré en detalle, luego cerré la bolsa y me alejé. No podía creerlo. El
esqueleto me recordaba aquellos que había estudiado en el Departamento de
Antropología del Museo de La Plata. Algunos huesos estaban enmohecidos o
fracturados. Presentaba cortes y traumatismos en varios sectores del cráneo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Agárrelo –me dijo–. Es para usted.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–¿Qué? ¿Cómo se le ocurre que yo podría querer esto? –le respondí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Sí, sí. Es para usted que estudia los huesos y esas cosas viejas. ¿O no es
así? Insistió y luego agregó – Mire, si le gusta hay más. Yo sé dónde. Usted me
pagó para que lo lleve. Pero si lo acepta, yo me ahorro el viaje y usted unos
pesos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–No entiendo –le dije con intriga–. ¿De qué habla? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–A ver – me dijo, mientras se secaba el cuello y la cara–, usted ayer a la mañana estuvo en el almacén y le dio algo de comer a un indio viejo. ¿No es
así?</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span lang="ES"> <o:p></o:p></span><span style="text-indent: 14.2pt;">Estaba confundido. No entendía absolutamente nada. Me quedé callado
tratando de comprender cada palabra que el gringo me decía. El indio del
almacén, el esqueleto en la bolsa…</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–¿E´ así o no e’ así? –replicó en tono burlón. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><a href="https://draft.blogger.com/null" name="_Hlk506684943"><span lang="ES">–</span></a><span lang="ES">Sí, es verdad. Pero ¿qué
tiene que ver el viejo guaraní con todo esto que me está diciendo? ¿Qué tiene
que ver el esqueleto en la bolsa y todo este misterio? -le dije un tanto
molesto. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El gringo sonrió, dejando entrever un par de dientes faltantes, tomó la
bolsa y la puso a un costado, sobre unos leños. Luego se rascó la cabeza y
mientras se abrochaba la camisa y la colocaba dentro del pantalón, siguió
hablando:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Bien; ese indio me lo dio. Lo crucé antes de llegar. Es un indio brujo.
Hace unos años curaba de palabra. Recuerdo que se sentaba en una silla de
tacuara y soga; tenía una damajuana de vino a la que le pegaba un sorbo, luego
escupía al suelo y le decía a uno el mal que le habían hecho. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–No entiendo –le dije–. ¿A qué va con todo eso? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Vea… El viejo le vio los ojos –me respondió–. Sabe a qué vino y qué está
buscando. Me pidió que lo convenciera de regresar a su tierra. No es bueno para
usted seguir. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Bien; le agradezco. Pero ¿qué hay del esqueleto y los objetos de la bolsa?
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–¡Ah! ¿Eso? Nada, el viejo me dijo que era lo que usted estaba buscando y
se lo traje. Es su manera de agradecerle la gentileza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">–Pero… ¿Yo? ¡Yo jamás le conté qué hacía! Apenas cruce dos palabras… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Terminé de decir eso y comprendí que en verdad el viejo indio había mirado
a través de mis ojos. Ese viejo guaraní sabía mucho más de lo que imaginaba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<br /></div>
David Pauhttp://www.blogger.com/profile/00260557397227648856noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4312464415151930896.post-91043101800615857582012-07-17T20:15:00.001-07:002012-07-17T20:31:29.475-07:00Un hombre se está muriendo en mis brazos<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-size: small;"><br /></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: small;">Un hombre se está muriendo en mis brazos. No sé como
sucedió, ni como llegué a esta situación. Solo sé que lo tengo entre mis
extremidades y está agonizando. Lo siento lentamente respirar. Casi no se
mueve, ni habla. Se está yendo de a poco al más allá. Tiene la mirada perdida.
No pestañea. Solo se sostiene apenas por un suave aliento.<br />
Tengo a un hombre muriendo en mis brazos. No sé quién es, ni como se llama. No
sé si tiene familia o está solo en el mundo. Simplemente llegó a mis brazos a
morir. Trato de acomodarlo. Lo muevo lentamente para que se sienta un poco
mejor. No sé que hacer con él. No sé qué decirle, ni cómo ayudarlo. Simplemente
me mantengo en silencio a su lado. Por momentos levanto la mirada al cielo
esperando un milagro. Tengo a este hombre abrazado. Pegado a mí. Sucumbiendo…<br />
Puedo ver como de a poco se va quedando sin hálito mientras transpira. Por
momentos se sacude. Esta entregado, lo sé. No hay nada más que hacer. <br />
Es irónico el destino de las personas. Lo que hasta hace unas pocas horas
emanaba vida como una hoguera, ahora se estaba apagando delante de mí. Tan solo
es un cuerpo. Uno más entre los miles. Un alma que se va extinguiendo
lentamente. <br />
Este hombre se está muriendo de a poco. Se va relajando y va perdiendo calor.
Lo acerco a mí pecho para contagiarle algo de vida, pero no resulta. Se enfría
rápidamente con cada minuto que transcurre y va absorbiendo toda la sustancia
que hay a nuestro alrededor, como un agujero negro. <br />
Se va de mí. Siento como se desgarra el alma de su cuerpo. De repente cruje,
aferrándose a lo poco de vida que le queda. Deja caer una lágrima que se pierde
en el cuello de su camisa. Respira profundamente y deja de existir. </span></div>
</div>David Pauhttp://www.blogger.com/profile/00260557397227648856noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4312464415151930896.post-79430327773290086512011-06-17T00:42:00.000-07:002011-06-17T00:42:19.683-07:00La despedida<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><br />
<div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">En mi casa, guardaba secretos. Tenía mi dinero escondido detrás de la cama. Era todo un rollo de billetes de muchos colores. Todo el dinero metido en una vieja y oxidada lata de café… <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><br />
Todos y cada uno de los centavos que pude guardar. Era mi seguro. Solo en caso de que me tuviera que ir. Y así sería… <br />
<br />
- Me voy a ir, si me lo pedís. Pero podría quedarme, si te animas… Pero si aun así, me pidieras que me fuera de tu vida, me volvería loco. Tan loco que aullaría a la luna por las noches. <br style="mso-special-character: line-break;" /> <!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" /> <!--[endif]--></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Y así fue como se dieron las cosas… </span></div></div>David Pauhttp://www.blogger.com/profile/00260557397227648856noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4312464415151930896.post-13916839782195634852011-06-01T16:18:00.000-07:002011-06-01T16:18:30.062-07:00La muerte<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><br />
<div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La iglesia me había dado asilo. Me encontraron tirado en una plaza, casi a punto de morir de frío y me llevaron hasta un cuarto vacío de ese lugar. Estaba sentado sobre un catre y aun después de varias horas de haberme dado un baño caliente, no sentía las manos. Todo mi cuerpo estaba entumecido y me dolían los huesos. Me invadía esa extraña sensación que se da justo antes de llorar.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><br />
Había perdido mucho peso y se notaba. Estaba hundido en un profundo silencio, escoltado por la tenue luz de una lámpara de queroseno. <br />
En el fondo del cuarto, un tipo estaba sentado en un sillón viejo. Apenas podía verlo. La tibia luz, apenas lo alcanzaba y solo se veía el contorno. Tenía las piernas cruzadas, una sobre la otra. Sus manos estaban cómodamente relajadas, sobre el posa brazos. Parecía ser un tipo joven.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Estaba vestido a la antigua. Camisa, pantalones de vestir y zapatos. Tenía la cabeza gacha. Parecía estar cansado o abatido. <br />
Por alguna extraña razón, ese tipo me resultaba familiar. Pero de algo estaba seguro, la escasa sombra que proyectaba, no era la de un vivo. Era un espíritu errante, perdido… <br />
Dicen que la muerte lo sigue a uno todo el tiempo, hasta que se presenta. Y llega un momento en nuestras vidas, en que esta se vuelve nuestra amiga, nuestra compañera. Nadie la vio, ni tiene idea de su aspecto o forma. Yo estaba seguro de que ese tipo, no era otra cosa más que su manifestación.<br />
Pero no era mi hora. Solo estaba ahí, haciéndome compañía. No había nada que decir. Todas las palabras, en ese contexto, perdían relevancia. <br />
Había algo extraño flotando en el ambiente. Un oscuro secreto, con olor a viejas maderas rancias. Por momentos, me asustaba la idea de pensar que la muerte tenía un aspecto muy parecido al mío. Después de muchos años, nos habíamos encontrado. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><br />
A veces, tiempo atrás, jugaba a buscarla. Trataba de sorprenderla con una mirada fugaz, a través del rabillo del ojo. Astuta y esquiva. Se me escapaba. Saltaba entre las sombras al pasar. <br />
El tipo seguía ahí, cómodamente sentado. Quise incorporarme, para verlo mejor. Estire los brazos y me impulsé. Mis huesos crujieron como ramas secas. Exhalé profundamente y maldije a todos los santos. En ese mismo momento, levante la mirada hacia el sillón y el tipo había desaparecido. <br />
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div></div>David Pauhttp://www.blogger.com/profile/00260557397227648856noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4312464415151930896.post-33130449846872135762011-05-24T21:29:00.000-07:002012-07-17T20:24:37.603-07:00Pension<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Llegué a Neuquén de madrugada y solo conseguí una habitación compartida. No era muy grande. Tenía dos camas pequeñas y una mesa de luz en el medio. Un tipo ya estaba instalado y durmiendo. Apenas asomaba la cabeza por entre las sábanas. Todas sus porquerías ocupaban la superficie de la mesa de luz. Me llamó la atención su reloj. Era como el que usaba el chofer del colectivo que me llevaba al colegio. Dorado, de malla ancha y apariencia pesado. Siempre pensé que los que usaban ese tipo de relojes, eran unos grasas. Eso y las pulseras de cadena gruesa, con el nombre grabado. Quizás el tipo era un camionero. No me importó demasiado.<br />
Estaba muy cansado. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Ni siquiera me saque la ropa. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;"> Dejé el bolso en el suelo y me cubrí con las frazadas. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;"> En lo personal, no me gusta compartir nada con nadie. Mucho menos, la habitación. Yo no era muy sociable en ese entonces. Nada de eso ha cambiado hasta el día de hoy. <br />
Me desperté a media mañana y el tipo no estaba, tampoco el reloj. La mesa de luz seguía llena de porquerías. Me levanté e inmediatamente fui a hablar con el encargado de la pension. Le pedí que me cambiara a una habitación independiente, con baño privado. El tipo rió y me miró con cara burlona. Volví a la habitación, agarré la billetera, el abrigo y salí a la calle en busca de un lugar mejor. </span></div>
</div>David Pauhttp://www.blogger.com/profile/00260557397227648856noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4312464415151930896.post-43454474999326852152011-05-23T13:36:00.000-07:002011-05-24T21:32:10.441-07:00Voces<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 11pt;">J</span>ohn Doe, estaba sentado a mi lado. Hablaba solo. Siempre lo hacía en voz baja. Decía cosas sin sentido. A veces entablaba conversaciones completas, otras veces, discutía o peleaba a los gritos. Yo me pasaba varias horas mirándolo. Resultaba interesante ver como cambiaba los gestos, movía las manos, cerraba los ojos y se agarraba la cabeza. Por momentos, espantaba cosas de su cara, como si las moscas lo estuvieran molestando. Después de eso, mantenía la mirada fija en un punto y se quedaba en silencio. Las voces se callaban en su cabeza, dándole un respiro a su alma. <br />
John estaba algo mal de la cabeza y a mi no me importaba. Todas las noches encendía pequeñas fogatas con diarios. Pobre diablo. <br />
Hace unos años, lo habían arrojado de un tren en movimiento. El pobre estuvo tirado varios días con los huesos rotos a unos metros de la estación, hasta que alguien lo encontró de casualidad entre la basura. De ahí en más, el pobre dejó de ser el mismo. Por fuera se lo veía bien. Estaba entero. Pero algo adentro de su cabeza había dejado de funcionar. </span> <br style="mso-special-character: line-break;" /> </span></div>David Pauhttp://www.blogger.com/profile/00260557397227648856noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4312464415151930896.post-44761201072657683882011-04-28T09:53:00.000-07:002012-07-16T22:00:28.979-07:00Olavarría - 03:00 AM<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Eran las 3 am. cuando puse el pie en la estación de trenes de Olavarría. Llovía y hacía frío. Odiaba llegar a ese lugar. De todas las ciudades, esa era la más detestable que había conocido. Desde el momento en que uno ponía un pie en la misma, comenzaba a sentir un rechazo difícil de explicar. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Me quedaba en la casa de Delsie, pero ella no sabía que había llegado. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Su departamento quedaba cerca de la estación, pero no lo suficiente como para evitar que llegara mojado hasta los huesos.</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Decidí esperar en la boletería a que parara de llover. En ese lugar había una estufa y era el único lugar cálido y más cercano, al que podía acceder, pero me echaron apenas se alejó el tren que me trajo desde Buenos Aires. </span></div>
<span lang="ES"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Salí a la playa de estacionamiento, pensé en quedarme en la terminal de ómnibus, pero decidí irme inmediatamente de ese lugar. De lejos podía ver a los mismos vagos que me acompañaban en la estación, dormitando entre las personas que esperaban por viajar. Yo no quería ser uno más de ellos. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;"><br />
</span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Delsie, vivía en un departamento alquilado en el centro de la ciudad. No recuerdo el número, ni la calle, solo sabía llegar de memoria. Era el último de un largo pasillo. El de la puerta de color gris oxidada, con un timbre que a veces funcionaba y a veces no. Creo que ella lo desconectaba a propósito. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Llegué y me asomé por la mirilla, estaba todo oscuro. Eso podía significar dos cosas: Que estuviera durmiendo o que simplemente estuviera fuera de la ciudad. La madre de Delsie vivía en un pueblo cercano y a veces ella la iba a visitar. </span></div>
<span lang="ES"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Cada vez que llegaba a la puerta, justo en el momento antes de tocar el timbre, me reprochaba el hecho de no conseguir un lugar mejor donde parar. Llegué sin previo aviso. Me muevo por impulso. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;"> </span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Toque el timbre una, dos, tres veces y nada. Comencé a inquietarme. La situación no me gustaba. Estaba parado en la puerta, con la mirada en el piso encharcado. Podía sentir como la humedad traspasaba mi abrigo, mis jeans, mis botas. Las gotas me golpeaban en la cabeza y luego chorreaban por mi cara. Si Delsie no estaba, terminaría durmiendo en la terminal, junto con los vagos y las personas que esperaban viajar. Odiaba llegar a esa situación.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Dejé clavado el dedo en el timbre y no lo solté hasta que una luz se encendió dentro del departamento. Se tomo su tiempo en abrir la puerta del interior y asomarse para ver quien era. </span></div>
<span lang="ES"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Delsie siempre recibía visitas. A toda hora. Se rodeaba de tipos inútiles y perdedores que no tenían nada mejor que hacer que pasar por su casa a tomar algo e irse a la madrugada, después de haber hablado un montón de estupideces. Yo no soportaba a sus amigos.</span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Ya no aguantaba estar más tiempo bajo la lluvia y le dije:</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;"><br />
</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;"><span lang="ES"><span style="font: 7pt "Times New Roman";"> - </span></span><span lang="ES">Delsie! La puta madre, soy yo… Sabés que detesto mojarme!</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;"><span lang="ES"></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;"><span lang="ES"><span style="font: 7pt "Times New Roman";"> - </span></span><span lang="ES">Ya voy – me dijo – No encuentro las llaves!</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;"><span lang="ES"><br />
</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Delsie, se asomó por la mirilla y rió, como siempre lo hace. Luego me reprochó el hecho de no haberle avisado unos días antes de mi llegada. Yo pensaba en meterle por el culo su discurso.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Entré y ella se quedó cerrando la puerta del pasillo. La salude con un beso, no quise abrazarla. Estaba completamente mojado.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Delsie entró al baño, mientras yo me sacaba la ropa mojada. No tenía nada que ponerme, así que me quedé parado y en calzoncillos, al lado de la estufa. Cuando salió, fue directo a la cocina y puso agua a calentar. Me conocía muy bien, sabía que no necesitaba más que una buena taza de té. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">La primera vez que vi a Delsie, pensé que era una estúpida. Era extremadamente delgada y alta. A veces pensaba que podría llegar a partirse en dos. Se vestía de negro, con ropas de segunda marca que le compraba su madre. No era bonita, pero tenía algo que la hacía atractiva. No tenía muchos amigos, estaba rodeada de unos pocos inútiles que sacaban provecho de su bondad. </span></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Definitivamente, Delsie no era de este mundo. Ella vivía en una casa de muñecas, en un maravilloso mundo encantado, lleno de sin sentidos y signos de interrogación.</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">A cada pregunta que uno le hacía, ella respondía con una estupidez y luego reía. Pero la mayoría del tiempo se la pasaba en la cama. No trabajaba, su madre la mantenía. Había llegado a Olavarría a estudiar, pero jamás aprobó una materia.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Todos los departamentos que alquilaba eran una mierda. Se caían a pedazos y estaban sucios. Todo tenía grasa, estaba pegoteado, tenía manchas o despedía un olor horrible. Su baño se parecía al de la estación de trenes y siempre estaba tapado.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;"><br />
</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Me quedaría solo un par de días con Delsie. Nadie podría soportar más de un día en ese lugar… </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Latha,sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>David Pauhttp://www.blogger.com/profile/00260557397227648856noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4312464415151930896.post-83862217993529842852011-04-22T22:49:00.000-07:002012-07-16T21:53:44.430-07:00Noche de lluvia en la estación<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Estábamos sentados en uno de los pocos bancos de la estación Lisandro de la Torre. Solos, John Doe y yo… No había nada que decir, absolutamente nada. Nos limitábamos a observar la lluvia caer. No hay nada más triste en el mundo que la lluvia. El golpeteo incesante de las gotas en la descarga del techo galvanizado, por momentos se volvía perturbador. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;"><br />
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<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">En ese momento solo deseaba tener algo a mano para beber, algo que me sacara de esa situación nauseabunda. Un vino barato, una petaca de whiskey o simplemente una botella de alcohol fino… Lo que sea que hubiera podido mandarme de un trago, algo que me quemara por dentro, para poder aislarme de la humedad que despedía el ambiente. Era el frío, algo en el aire. El insoportable vaho de la ciudad. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;"><br />
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<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Me detestaba a mí mismo, pero más detestaba el olor asqueroso que despedían las ropas mojadas de John. Era una mezcla de transpiración añeja y fiambre barato. No sé cómo explicarlo en palabras. Sus jeans se veían opacos, rancios, sin color. Al igual que su abrigo. Todo en él era visualmente desagradable… Tenía el cabello duro, grasoso y despeinado. Sus largos y retorcidos bigotes se habían puesto amarillos por el tabaco barato que fumaba. La piel de sus manos estaba ennegrecida, sucia de basura y diarios viejos que acababa de revolver camino a la estación. Al igual que el cielo gris, así se veía su cara y sus arrugas</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;"><br />
</span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;"> Lo odie durante toda la noche… Lo que más me molestaba es que no podía tomar distancia de su persona. El banco que compartíamos era tan pequeño que hubiese tenido que quedarme parado o haberme sentado en el suelo. De a ratos, caminaba en círculos, pero el viento hacia que la lluvia me mojara y esa sensación hacia que mi humor cambiara repentinamente, entonces comenzaba a putear. La vida era una mierda.</span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;"><br />
</span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Las gotas caían frente a nosotros, como las preguntas en mi cabeza. Una tras otra. Pero a esa altura ya no las respondía, ni siquiera tenía ganas de hacerme cargo de esas cuestiones. Simplemente las ignoraba. Había olvidado por completo los motivos que me llevaron a dejar mi casa, el trabajo, mi familia y demás…</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Con el tiempo y de tanto de andar en la calle, uno se olvida rápidamente de todo. Las situaciones se van volviendo lejanas, distantes. Todo se va oscureciendo y perdiendo en la memoria. Cada día que trascurre, las calles hacen que la cabeza se transforme en una gran cloaca capaz de tragarse todos los buenos recuerdos, las vivencias y cada uno de los valores aprendidos. Ya no hay nombres, ni historias, ni pasado. Todo se vuelve indiferente. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;"><br />
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">De lo único que estaba seguro, era que no tenía una sola moneda encima y sabía que John tampoco. Todavía apreciaba en mi boca el sabor de los restos de una pizza que encontramos encima de un tacho de basura, frente a una parada de colectivos. Podía sentir los dedos grasosos y pegoteados al frotarlos entre si. Incluso el resabio de la salsa que aun quedaba en la comisura de mi boca. No es nada agradable sentirse así y es entonces cuando te das cuenta de que estas rasguñando el fondo del tarro. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;"><br />
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<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue',Arial,Helvetica,sans-serif;">Yo no tenía ganas de pasar la noche en la estación. Dos federales, se asomaban desde la boletería. Estaban tan aburridos como nosotros. Eran las 20:40 de un martes o miércoles, no lo recuerdo. Qué importancia podría tener? Al otro día, no teníamos que ir a trabajar… Hacía un mes que había comenzado el otoño y ya lo odiaba. El otoño es la antesala del invierno y eso no es bueno, no para mí. Aborrecía las mañanas y las noches de frío, en la capital… Aborrecía mi vida, a John, a la lluvia, a Dios y a todas las personas que me miraban desde la ventanilla del tren al pasar. </span></div>
</div>David Pauhttp://www.blogger.com/profile/00260557397227648856noreply@blogger.com0